Es una disciplina terapéutica que basándose en un sistema de diagnóstico y tratamiento específico se centra en los problemas mecánicos y estructurales del cuerpo.
Utiliza un amplio abanico de técnicas (impulsos de alta velocidad y corta amplitud, técnicas funcionales, inhibiciones...) para devolver la armonía y el equilibrio que causan enfermedades e inhiben la recuperación.
Surge de los principios que formuló A. T. Still y que defendía que la función del individuo depende de la estructura del cuerpo. Así, cuando la estructura se altera, la función se pierde apareciendo así la patología.
Un cuerpo saludable es aquel que no tiene exceso de tensiones, por lo tanto tendrá una buena micromovilidad, motilidad, capacidad de disociación. De este modo, los nervios llevarán la información correcta, la sangre y los líquidos nutrirán al cuerpo y lo limpiarán de toxinas, de manera que ni los síntomas ni la enfermedad podrán aparecer.
Cuando esta movilidad se pierde se producen las disfunciones osteopáticas, o sea que la salud se perturba en función de las tensiones mecánicas que recibe el organismo.
Si la salud se afecta, el remedio lo encontraremos en el propio organismo, sólo necesitamos corregir o normalizar esas disfunciones que lo desequilibraron.
La Osteopatía entiende que el dolor no se lo genera necesariamente una patología orgánica (artrosis, hernia discal, úlcera, etc.). Los dolores y la mayoría de los malestares se deben a una causa funcional y en muchos casos lo producen factores mecánicos, es decir, los desequilibrios o excesos de tensión de las cadenas miofasciales que son los que van a generar las disfunciones osteopáticas.
Estas tensiones pueden ser de origen mecánico, metabólico o emocional y serán administradas por el Sistema nervioso que se manifiesta por un aumento del tono muscular y una retracción o densificación de la fascia. Esto va a afectar la movilidad de las articulaciones y cadenas musculares lo que alterará a las circulaciones, generando una mal nutrición de los tejidos y un aumento de la toxicidad. Esta alteración mecánica se produce en todos los sistemas corporales: músculo-esquelético, cráneo-sacral y visceral.
Dependiendo la parte del cuerpo en la que se centran, hay diferentes disciplinas:
OSTEOPATÍA ARTICULAR
Dedicada al restablecimiento del aparato músculo-esquelético y de la postura, centrándose en la columna vertebral y traumatismos.
Se puede tratar diversas patologías, tales como dolor de espalda, dolor ciático, esguinces, dolor muscular, escoliosis, tendinosis, hernia de disco, mareos y vértigos...
OSTEOPATÍA CRANEAL
Está enfocada al tratamiento de los problemas relacionados con la estructura ósea del cráneo y la mandíbula. Los huesos del cráneo no se sueldan completamente, presentando pequeños movimientos casi imperceptibles, que en el caso de verse limitados pueden provocar patología.
Es una terapia manual muy poco agresiva y ampliamente efectiva, que consiste en reestablecer la movilidad del cráneo y de los tejidos y musculatura relacionada.
Los nervios craneales, arterias, glándulas y membranas, a su paso por orificios craneales o en el interior mismo pueden verse afectados por alteraciones posturales, musculares, traumatismos, infecciones etc., lo que puede provocar dolor, cefaleas, migrañas, vértigos, dificultades de visión, audición, percepción gustativa, olfativa, mal funcionamiento glandular, disfunciones neurológicas (neuralgias del trigémino, parálisis de Bell, Menière..).y, a través del sistema nervioso neurovegetativo, trastornos de la respiración y de la digestión etc.... Además es muy efectiva en el estrés, sobretodo por su acción relajante. También se emplea en problemas oclusales, bruxismo, relacionados con la mandíbula y el sistema masticador que influyen en cefaleas, migrañas, cervicalgias, alteraciones posturales. También es una técnica muy efectiva y cada vez más empleada en niños y bebés (problemas en el parto, tortícolis congénitas, cólicos del lactante, plagiocefalias…) Todos estos problemas son susceptibles de tratarse mediante técnicas osteopáticas.
OSTEOPATÍA VISCERAL
Se centra en los problemas mecánicos, estructurales y funcionales de las vísceras del cuerpo.
Con la Osteopatía Visceral se trabaja la limitación de la movilidad y la información nerviosa errónea o alterada de las vísceras del cuerpo. Esta hipomovilidad, se produce cuando un órgano no tiene un correcto deslizamiento con respecto a las estructuras anatómicas que lo rodean, o que tienen una relación directa con él, las causas pueden ser:
• Adherencias provocadas por infecciones ó cirugías.
• Inflamación e irritación.
• Cambios en las tracciones de esas fijaciones de esas vísceras, provocadas por un cambio postural global del paciente.
Es una terapia exclusivamente manual, que actuando sobre el sistema visceral, pretende equilibrar el organismo corrigiendo esas alteraciones de su estructura y repercutir en la sintomatología del paciente.
Las patologías que más se benefician con la Osteopatía Visceral son: alteraciones en la menstruación, síndromes premenstruales, secuelas de infección de un órgano, malas digestiones, gastritis, hernias de hiato, estreñimiento y tensiones inadecuadas de cicatrices internas por cirugía visceral, con un alto porcentaje de mejoría directa, y además se ha demostrado que la alteración en la movilidad de las vísceras influye de manera significativa en lumbalgias mecánicas, sintomatología en hernias y protusiones, dorsalgias, cervicalgias y alteraciones posturales funcionales.